El Día de la Madre es, probablemente, una de las celebraciones más bonitas que la sociedad ha tenido el acierto de institucionalizar. Muchas veces se han criticado estos “días oficiales” por su vertiente comercial pero, desde luego, eso no opera con el Día de la Madre (o en marzo, con el del Padre). Aprovechar el primer domingo de mayo para homenajear a todas las madres del mundo es maravilloso. Día perfecto, en el mes perfecto de la vida primaveral que vuelve a brillar. Es algo extraordinario aunque sea muy natural y se repita. Madre no hay más que una. Pero hay muchos tipos de mamá. Por supuesto, es mucho mejor poder compartir un día tan especial con ella muy cerca, física e intelectualmente, en plenitud de condiciones. Pero este día es tan especial, que se celebra igual, independientemente, de si la madre falleció o está en circunstancias delicadas de salud. El Día de la Madre es la evidencia de lo sublime. Es la espuma de esa conexión que arrancó en el segundo uno de la gestación, se desarrolló en persona y llegó a la vida a través del alumbramiento. Hablamos de una alianza indescifrable y para siempre. Y siempre es siempre. Mamás, madres, yayas, tías, hermanas, en definitiva, mujeres de extraordinaria generosidad que estuvieron porque eran, pero también porque decidieron ser, incluso, más allá del acto biológico. Todo un ejemplo de cariño irrenunciable, supremo, capaz de todo y sin condiciones. Hoy, primer domingo de mayo, nos acordamos de todas esas mujeres que ejercieron de madres, incluso, sin serlo, y que con su ejemplo nos dejaron la mejor herencia. La del sentido común, y el sacrifico máximo para el bienestar de los suyos, y muchas veces a costa de un esfuerzo titánico. A todas las madres, desde ACESCAM, os deseamos lo mejor. A todas, sin excepción, y estéis en el cielo, en la oficina, en el hospital, en nuestras residencias, o en casa haciendo lo que solo se puede hacer con infinito amor y entrega sin límites. La palabra madre, la palabra mamá, es un milagro increíble que mezcla la primera vocal con una consonante bilabial, y produce el sinónimo perfecto del verbo AMAR. Ser madre es AMAR. A todas las madres, en su día más especial, desde ACESCAM, OS AMAMOS. ACESCAM, NOS GUSTA CUIDARTE.
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