Hoy, DÍA DEL PADRE, Día de San José, queremos rendir homenaje a todos esos hombres de bien que han asumido el compromiso de la paternidad. Muchos de ellos, a través de la física y del ADN, como consecuencia de un acto infinito de amor, pero también, muchos otros, a través del acto consciente de máxima generosidad de asumir acompañar, guiar y servir de ejemplo para los hijos de de sus parejas, sobrinos, nietos, incluso, hermanos pequeños, o niños y niñas en adopción, acogida, u otras formas de crear familia.

Ser padre es, por encima de todo, voluntad generosa para construir un cobijo de protección que exige y ayuda a vivir conforme a unos valores. Ser padre es generar actitudes y comportamientos que mejoren la vida. La propia, y la de todos. Ser padre es crear un mundo en el que se reconocen las cosas bien hechas, conforme a un estilo. Para todo eso, no es necesario llevar la misma sangre o haber sido el transmisor físico de toda la carga genética. Para todo eso, como para otras muchas cosas más, también, vale el amor infinito e incondicional que nace de los sentimientos más fuertes, bondadosos y desinteresados. Ser padre es dar origen a la vida. Ser padre es cuidar la vida. Ser padre es ofrecer ejemplo de vida. En esta sociedad del Siglo XXI hay muchas formas de padres, y de crear familias y todos ellos tienen un elemento común: EL AMOR por los hijos.

Desde ACESCAM, agradecemos y recordamos el maravilloso compromiso de la paternidad. Y ponemos caras y ojos, voces, olores, miradas, abrazos… a todos esos hombres que son referencia para sus hijos e hijas. A todos ellos y de todas las edades, estén con nosotros, o se hayan ido al cielo, a todos sin excepción, les ofrecemos nuestra más profunda admiración. Y hacemos todo lo posible, para ser merecedores del honor y gloria por su ejemplo regalado. GRACIAS por permitirnos disfrutar de los PADRES, de los PAPÁS. La vida con ellos es mucho mejor, estén a nuestro lado, o solo en el CORAZÓN. Agradecer y recordar, también, es AMAR