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Huimos de la infatilización, pues la personas mayores no son niños, son adultos. Y huimos, también, de la sustitución de sus voluntades. Las personas mayores son libres y tienen pleno derecho a tomar sus decisiones. Esto siempre es así, en su día a día, y en momentos especialmente importantes para sus vidas. Tienen derecho y lo ejercen conforme a su criterio. Solo excepcionalmente y, por supuesto, con resolución judicial que acredite que su capacidad cognitiva y voluntad están mermadas, y por lo tanto, necesitan una especial protección jurídica, se toman las desiciones por ellos, pero SIEMPRE POR REPRESENTACIÓN, jamás por sustitución. #YoSoyTercerSector #ACESCAMNosGustaCuidarte. . . |
